Sobrios espectáculos donde primó el buen gusto, el dinamismo y la
sorpresa, caracterizaron los tres conciertos recién celebrados en el
mayor teatro de Cuba por unos Ángeles que demostraron lo bien ganado
de la condición de Artistas del Año 2013 en Pistacubana.
Si grato fue ver a un público que jamás utilizó sus asientos, que
además coreó cada canción, ya fuera un tema reciente o el mítico
"Cuéntale a él", más sorprendente fue la calidad del espectáculo.
Relevante la eficiente utilización del escenario, con una escenografía
ingeniosa, y una distribución de los espacios que no comprometió el
desempeño de los músicos, los bailarines y los tres intérpretes que
comprobaron cuán fructífero ha sido el intenso trabajo de este 2013.
Impactante la elegancia del show, sin estridencias, sin camisas
quitadas, atemperado en la características de uno de los grandes
escenarios de Cuba por donde ha desfilado lo mejor de la cultura
nacional. Los Ángeles brillaron por su adecuación al entorno y
comprobaron que no necesitan hacer concesiones a sus fans para salir
airosos.
Precisa la producción y ejecución musical, a cargo de Ultrasonic y
Frank (este último en escena, junto a DJ Tetis, fundador de Ángeles),
con la participación de un reducido pero eficaz grupo de músicos. En
este tópico vale la pena detenerse. Arreglos que parecieron
especialmente concebidos para el concierto, cambios de género como en
el caso del intro de Perdónala y una riqueza musical delirante fueron
notas destacadas de la noche. "Payaso", "Perdónala" y "Nobody like
you" tres momentos cumbres. Por cierto, una versión en balada y
acústica de "Perdónala" podría ser un nuevo éxito en Cuba.
No se puede pasar por alto la dramaturgia del espectáculo. Tanto la
secuencia de temas, como el desempeño de los cantantes, la
participación de Juan Karlos como artista invitado y los cambios de
vestuario fluían como una maquinaria de reloj (al menos el domingo).
Un aparte para Juan Karlos que ya demuestra una solidez en escena que
depara un buen 2014 para su ascendente carrera, además de ser todo un
caballero al respetar su rol de invitado.
No menos elogios para las acciones coreográficas. Varias agrupaciones
de baile, liderados por los que integran el equipo de Ángeles, se
ganaron un protagonismo a lo largo de la presentación y sincronizaron
bien sus ejecuciones para unirse a la galería de elogios del
concierto. Valioso fue aprovechar los diferentes estilos coreográficos
en la versión de Bailando.
En fin, un show bien concebido, adecuadamente ensayado y unos Ángeles
serenos, dueños de la escena y notablemente agradecidos a su público,
porque precisamente esa vibra era la que se notaba en cada gesto,
baile, fraseo musical, interpretación, y conversaciones con el
auditorio, que podría resumirse así: "somos ustedes y venimos a
decirles: gracias". Esa sencillez es la que deben no perder nunca los
chicos para demostrar su grandeza.
Tanto Sian, como Luisito y el director musical Ángel agradecieron al
Instituto Cubano de la Música, su equipo de producción y el personal
del teatro Karl Marx la posibilidad de haber celebrado estos tres
conciertos. Sin embargo, es bueno hacer un agradecimiento recíproco a
los Ángeles por atreverse a tanto, por tener el público fiel que
tienen, por haber logrado muchos sueños, pero seguir dispuestos a
tener otros y haber conquistado poco a poco la sensibilidad de los que
uno o dos años atrás no creyeron que en Cuba podían ocurrir fenómenos
de esta naturaleza. Un detalle, Pistacubana siempre lo creyó, y por
esa razón sentimos que no podíamos perdernos el acontecimiento.
Ahora son ellos los que más tienen que esforzarse. Nuevos ojos
mirarán, señalarán y los detractores emergerán con más fuerza. También
el público y la crítica exigirá más, porque ese es el reto que siempre
tienen los artistas y si estás en la cúspide se hace inevitable.
Felicidades Ángeles, pues como reza el nombre del disco que acaba de
presentar Bis Music, parece que andan tocando el cielo. Mucho ojo no
pierdan la cualidad de tener los pies en la tierra. El camino ahora se
torna más difícil.
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